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viernes, 1 de junio de 2018

EL ANTÍDOTO DE LA LUJURIA SE LLAMA "CHONI"...




El antídoto de la lujuria se llama "Choni",,.

A las 8:30 y tomando mi primer café, ella quiso a toda costa llamar mi atención utilizando sus noventa decibelios, también sus brazos que a modo de molino de viento y pertrechados de esas manos... engalanadas con unas uñas dignas sí... de actriz hortera desvergonzada y provocativa, que sin duda es lo que parecía. Brazos, manos... toda ella se movía de un lado para otro y por encima de las cabezas de sus dos amigas que por sus caras tambien lo flipaban... y para que todo el bar pudiese ver de dónde salía esa estridente voz, que dirigía a esa persona sentada frente a ella en la mesa contigua, a dos metros y medio, a mí... y no me dejaba otra salida que adentrarme en el periódico para esconderme de esos penetrantes y llenos de tinta ojos cual festival del color en la India ¿porqué a mi?...

Decibelios y miradas que mi vecina de mesa francotiraba llamando mi atención, buscándome por encima del periódico, agazapada pero asegurandose de que la veía, y que con todo lujo de detalles me enterase de cómo ella lavaba la ropa, con una destreza y pulcritud... sólo equiparable a la de los mismísimos Ángeles, los que anuncian el queso Philadelfhia en la tele. De pronto, sin aviso previo... se levanta, yo en un principio la veo y solo recuerdo aquel soterramiento bajo el periódico como uno de los agujeros más oscuros y fríos que he visitado. Ella, sin dejar de buscar en  mi "sepultura"... se estiró aún más y cogió los pantalones por la cintura "arremangándolos" hasta el pecho de dos sendos tirones,  los estiro hasta despegar sus pies del suelo las dos veces para itso facto, tirarse... espanzurrarse  sonoramente en la silla como un peso muerto, ni qué decir tiene, me empecé a preocupar, más....  Una vez bien tirada en la silla y sin dejar de mirarme... también digno de encomio viendo el paño... bueno, ella continúo en su adoctrinamiento en aras de erradicar la inmundicia en todos los calcetines del planeta . Con una envidiable metodología era capaz de poner una lavadora con ropa de color,  y de cómo su ortodoxo bien hacer la situaban por encima de todas sus vecinas de barrio en estas tareas, también de Paquita la del cuarto, y por supuesto... en estrecha simbiosis con el universo micro perlas jabonosas, los calzoncillos azules y las camisetas naranjas de su hijo, eso sí… de marido alguno dijo nada en todo su desparrame verborráico, lo que me dió una clara idea de lo que buscaba, y que otras prendas estaba muy dispuesta a pasar por su Balay Cuántica XJ3400Plus lacada en verde lima. Y en esta línea transcurría mi café, como podéis imaginar... opté por hacerlo más corto que de costumbre, de hecho, allí quedo a medias mi cafe mientras, sin dilación me dirigí hacia la puerta buscando ese sucio aire impregnado de saludables hidrocarburos con los que tintar perpetuamente mis pulmones ropa y alma ¡¡¡ por favor...!!!

Pasadas cuatro horas de trabajo, y de este fatal encuentro... vuelvo a la cafetería, estoy en mi segundo café del día en mi sitio de costumbre, nada más entrar me invade una intranquilidad un desasosiego incomodo... y entonces lo recuerdo, sucedió esta mañana...  No hago más que mirar a la puerta esperando aterrado que aparezca la pavorosa y desagradable chica/choni con un aspirador en la mano, queriendo demostrar al mundo, y más directamente a mí gritar, y aspavientar con las convulsiones de su cuerpo, la narración de sus también virtudes con las alfombras de pelo largo.

Intento reponerme y aparentar tranquilidad…pero hasta mi camarero, mi amigo "Guille" algo ha notado y no ha podido por menos que preguntarme si me encuentro bien… balbuceando y visiblemente afectado, sudoroso, sin poder casi respirar....habia entrado en pánico..... pero con todo y eso no perdí de vista la puerta de entrada en ningún momento. Mientras... Guille, seguia esperando mi respuesta,  a lo que le espeté; te he dicho a....30 grados, bueno, creo, pssss eso espero... mi amigo viéndome "raro" ha asentido con la cabeza mientras con desconcierto me sondeaba con la mirada intentando adivinar el despropósito de mis palabras,  después, se ha alejado mientras levemente levantaba los hombros e inclinaba la cabeza en señal de desconcierto. ¡Desconcertado y atemorizado estoy yo, no te jode...! si este supiese lo que yo he visto... y...  ¿qué le he contestado al "Guille"?... bueno bueno, se terminará corriendo la voz de mi problema con las manchas de chocolate, coño!!!! Sólo quiero tomarme un coffee tranquilo, coño!!!! solo quiero que este planeta blanco nuclear me deje en paz un rato, no quiero hablar ni escuchar nada ni a nadie, no puedo, y mira por donde... después de esta experiencia me niego a hablar con cualquiera que no pueda demostrar mediante Certificado Debidamente Compulsado(CDC) que ha sido desoxigenado convenientemente al menos a 60° en un programa largo.

Alguien abre la puerta del bar...un sudor frío y su centrifugado recuerdo paralizan mi cuerpo y mente, el miedo me impide moverme, no encuentro el valor necesario para mirar a la puerta, he de irme… necesito salir de aquí, ¿no sé cómo he vuelto? cómo voluntariamente me he vuelto a exponer a su posible martirio, estámuy reciente ¿seré masoca, será el karma, seguro que es ella...
No puedo entender que me pasa, porqué he vuelto al bar, a esta silla de tortura, a esta misma mesa… definitivamente me va la mancha, es decir... la marcha, he de salir de aquí, lo mejor será ir a casa y poner una lavadora, quizás así, sí… seguro esa es la forma, me enfrentare directamente a mis miedos, a mis demonios... primero los pondré a remojo,  si me ciño a los parámetros hoy revelados... si no me salto ninguno... de paso quizás pueda limpiar y calmar mi alma, eliminar todos sus restos de mi antes tierno e inmaculado raciocinio, dañado ahora por un templado programa de sintéticos a 30º.
Espero con el paso de los días ir reponiéndome... necesito estar tranquilo, no sé si algún día volveré a ser el mismo, recobraré mi tranquilidad  y no recordaré el miedo y la angustia que hoy siento al mirar la puerta de entrada pensando que esa u otra Choni y sus lavados en modo ahorro, puedan aparecer de nuevo en mi hasta ahora inocente vida. y es què… estas cosas dejan mancha, un gran cerco en el aura, que a lo mejor… a 90° y con el maravilloso jabón ese... algún día, pueda volver a ver limpia, impoluta de desagradables restos de comida y recuerdos "chonianos", que te cambian la vida y desde luego... te bajan la lívido .

HRJuan.